Cane Corso Italiano

Ser:

Equilibrado, Resistente, Reservado
Talla: Grande
Altura: 60-70 cm
Peso: 40-59 kg
Esperanza de vida: 9-10 años
Tipo de abrigo: Pelo Corto
Colores: Negro, Atigrado, Rojo Ciervo, Leonado, Gris
Grupo FCI: Pinscher - Schnauzer - Molosoide - Perros boyeros y de montaña suizos

Una raza cuyos orígenes se remontan a la antigüedad y que goza de gran popularidad en la actualidad: el Cane Corso Italiano. Sus dueños aprecian su carácter tranquilo y su disposición al trabajo. Puedes encontrar toda la información sobre esta popular raza canina aquí.

Cane Corso Italiano
Tablero 26

Carácter y características

El nombre procede del latín: "cane" significa perro. "Corso" puede traducirse como "macizo" o "grande". El origen etnográfico "cohors" significa "guardián de la casa". El nombre alude a la tarea original de esta raza. La FCI clasifica al Cane Corso Italiano en el Grupo 2 "Pinscher y Schnauzer - Molosoides - Perros boyeros y de montaña suizos".

Es un perro de tamaño mediano a grande, con una altura de hombros de 60 a 70 cm. Las hembras suelen pesar entre 40 y 45 kg, y los machos entre 45 y 59 kg. La esperanza de vida media del Cane Corso Italiano es de 9 a 10 años. Su cuerpo es fuerte y musculoso. Esto confiere al Cane Corso Italiano un aspecto macizo. Sin embargo, no parece torpe.

Además de la variante de pelaje negro, existen otros colores. Entre ellos están el atigrado, el leonado, el leonado y el gris. La forma de la cabeza indica un parentesco con el Molosoide. Es más ancha que larga y se funde en un stop pronunciado. Su carácter es tranquilo y ecuánime, siempre que esté suficientemente ocupado.

Originalmente, el Cane Corso Italiano se criaba para vigilar fincas, cazar y conducir rebaños. Por tanto, tiene una gran voluntad de trabajo. Si no quieres mantenerlo como perro de trabajo, te recomendamos que asistas a una escuela de adiestramiento canino. También deberías plantearte cómo mantenerlo ocupado de forma adecuada a su especie. Es esencial una socialización temprana combinada con un adiestramiento cariñoso pero constante. Esto y el conocimiento de su instinto protector pueden seguir convirtiéndolo en un perro de familia.

Su rápida percepción y su inteligencia son también buenos requisitos para los deportes caninos, como la obediencia. Su incorruptibilidad y presencia física también justifican su uso como perro policía. Su naturaleza leal y fiel le convierte en un buen perro de compañía.

Sin embargo, el Cane Corso Italiano no es un perro para principiantes. Debido a su fuerte carácter, necesita orientación y experiencia. Está en la lista de razas de Brandeburgo, Baviera y Liechtenstein. Allí sólo puede tenerse con restricciones.

Cuidado del abrigo:

Pequeño
Medio
Intensivo

El pelo:

Pequeño
Medio
Intensivo

Nivel de energía:

Pequeño
Medio
Mucho

Entrenabilidad:

Pequeño
Medio
Bien

Adecuado para niños:

Menos
Con supervisión
Perfecto

La dieta adecuada

Los representantes de la raza pesan entre 40 y 50 kg. La raza es propensa a enfermedades de las articulaciones de la cadera y otros trastornos musculoesqueléticos. Por lo tanto, hay que tener cuidado al alimentarlos para que no sufran sobrepeso. La cantidad de comida debe adaptarse a la edad del perro y a su nivel de actividad.

Es fundamentalmente importante que la comida sea de alta calidad. La buena comida se caracteriza por ingredientes de alta calidad. No debe contener rellenos, potenciadores del sabor ni atrayentes de calidad inferior. El contenido en cereales debe ser muy bajo. También es posible evitar por completo los cereales.

Para evitar una torsión de estómago, tu perro debe descansar después de cada comida.

Salud y cuidados

Con su pelaje corto y sin mucha capa interna, el Cane Corso Italiano es muy fácil de cepillar. Basta con cepillar el pelaje cada pocos días. Esto elimina el pelo y las células muertas de la piel. Lo mejor es cepillarlo con un cepillo natural suave. El brillo del pelaje puede realzarse masajeándolo con un cepillo de masaje.

Durante el periodo de muda, se puede cepillar al perro a diario para facilitar la caída del subpelo claro.

Debido a su pelaje corto, el Cane Corso Italiano no necesita ser bañado con regularidad. La suciedad puede simplemente cepillarse o frotarse con una toalla. Sin embargo, si es necesario bañarlo, es aconsejable utilizar un champú suave para perros que no irrite la piel.

El Cane Corso tiene las orejas caídas. Deben revisarse regularmente para comprobar que no estén sucias ni tengan restos.

Para limpiar las orejas basta con un paño sin pelusa y agua tibia. Debido al gran afán de movimiento de la raza, no suele ser necesario recortar las garras. No obstante, deben revisarse regularmente. Esto ayuda al perro a acostumbrarse.

No se sabe que esta raza forme mucho sarro. No obstante, debe revisarse regularmente para detectar suciedad en los dientes. El sarro puede prevenirse muy bien con una dieta de alta calidad. También puedes darle a tu perro masticables naturales, como colmillos de buey y cuero cabelludo de vacuno, o cepillarle los dientes con un dentífrico para perros. Si ya se ha formado mucho sarro, debes acudir al veterinario. Entonces podrá realizar una limpieza dental profesional.

Accesorios adecuados

Como con cualquier otro perro, se necesita un collar o arnés para los paseos diarios. Debido al peso de esta raza, es importante asegurarse de que los accesorios sean resistentes. El collar debe ajustarse bien. No debe deslizarse sobre la cabeza, pero tampoco cortar el pelaje.

También necesitarás una correa y, posiblemente, una cuerda de arrastre. Esta última es necesaria si no se puede llamar al perro con seguridad. En algunos estados federados, la tenencia de un Cane Corso Italiano está sujeta a condiciones estrictas.

Entonces, llevar bozal suele ser obligatorio. Sin embargo, el bozal también suele ser necesario cuando se utiliza el transporte público o se viaja de vacaciones. Por lo tanto, es aconsejable comprar un bozal adecuado desde el principio. Como el Cane Corso Italiano es muy inteligente y también quiere que se le desafíe mentalmente, también deberías pensar en juguetes inteligentes como accesorios.

Historia del Cane Corso Italiano Cuadro

Origen e historia

El origen del Cane Corso Italiano aún se discute hoy en día. Lo que es seguro, sin embargo, es que sus orígenes se encuentran en Italia. En la antigua Roma, los grandes perros molosos (Canis Pugnax) acompañaban a los romanos en sus campañas militares y defendían a las tropas.

Los molosos también se utilizaban para la caza y para la defensa de las haciendas. Su fuerte físico y su fuerte carácter eran muy apreciados. Aristóteles, Homero, Plutarco y muchos otros describieron a estos perros en sus obras. Su nombre se remonta a la antigua familia real de los Molosos de Epiro. Esta raza se hizo famosa. Los molosos se extendieron por todo el mundo.

Se supone que estos molosos son los antepasados del Cane Corso. En Italia, el Cane Corso se utilizó durante mucho tiempo para vigilar campos y granjas. Sin embargo, debido a la industrialización de la agricultura, con el tiempo esto dejó de ser necesario. Como consecuencia, el Cane Corso Italiano también desapareció.

La raza estuvo a punto de extinguirse a mediados del siglo pasado. Francesco Ballotta y Antonio Morsiani iniciaron un programa de cría en la década de 1970. El objetivo era salvar la raza. Desde entonces, la raza ha encontrado cada vez más entusiastas. La raza fue reconocida oficialmente por la FCI en 2007. Por tanto, el Cane Corso Italiano sigue siendo una de las razas caninas jóvenes, aunque actualmente el número de criadores está aumentando rápidamente.