Enseñar a nadar a tu perro (guía en 6 pasos)

La imagen de un perro nadando encarna la pura alegría de vivir para muchas personas. Quizá te gustaría enseñar a nadar a tu amigo de cuatro patas. Aquí puedes averiguar cómo hacerlo correctamente.

El perro nada
Índice

Un salto al agua fresca, salpicaduras de agua que brillan al sol y un amigo de cuatro patas que mueve alegremente la cola en el agua.

¡Atención, ratas acuáticas! ¿A quién no le gusta saltar al agua fresca en los calurosos días de verano y refrescarse en el agua? Puedes darle a tu amigo de cuatro patas el mismo placer.

Un perro chapoteando alegremente en el agua no sólo es un espectáculo hermoso, sino también un signo de un amigo de cuatro patas en forma y feliz. En este artículo aprenderás a enseñar a nadar a tu perro.

¿Por qué nadar es saludable para tu perro?

Nadar es una actividad excelente para tu perro, tanto mental como físicamente. Entrena los músculos de una forma muy especial, ya que el cuerpo se mueve de forma diferente en el agua que en tierra.

Este tipo de entrenamiento es especialmente suave para las articulaciones, por lo que es ideal para perros mayores o con problemas articulares. El frescor del agua no sólo refresca en los días calurosos, sino que también protege contra el sobrecalentamiento.

La resistencia que tu perro desarrolla nadando también le beneficiará en otras actividades. Y por último Nadar puede reforzar el vínculo entre tu perro y tú porque experimentáis algo nuevo juntos.

Accesorios necesarios:

Perro con chaleco salvavidas

Antes de partir, hay que procurarse algunas cosas:

  • Chaleco salvavidas para perros: Proporciona flotabilidad adicional y está especialmente recomendado para nadadores principiantes o inseguros.
  • Juguetes acuáticos: Ya sea una pelota o un pato que chirría, los juguetes pueden servir de ayuda motivacional y mostrar al perro que el agua es divertida.
  • Trata: El refuerzo positivo es la clave del éxito del aprendizaje.
  • Toalla o toalla seca: Para secarse después de nadar, porque nadie quiere un perro mojado en el coche.

La edad ideal para el entrenamiento de natación

Puedes empezar a aprender a nadar en cuanto tu cachorro esté totalmente vacunado y el veterinario haya dado luz verde para que juegue con otros perros y explore distintos entornos.

Esto suele ocurrir a las 16 semanas de edad o más. Aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta:

Los cachorros jóvenes son más susceptibles a las enfermedades. Es importante asegurarse de que han recibido todas las vacunas necesarias, sobre todo si piensas llevarlos a lugares públicos, como lagos o playas, donde pueden entrar en contacto con otros perros.

La ventana de oportunidad para la socialización temprana de los cachorros se cierra en torno a las 14-16 semanas de edad. Es el momento en que los cachorros son más receptivos a las nuevas experiencias. Un primer contacto positivo con el agua durante este tiempo puede ayudar a desarrollar un amor por la natación para toda la vida.

Pero ten cuidado: Aunque empieces a nadar pronto, siempre debes asegurarte de que sigue siendo una experiencia positiva para el cachorro. No lo sobrecargues y asegúrate de que el agua no esté demasiado fría. Los cachorros pueden sufrir hipotermia más fácilmente que los perros adultos.

Algunas razas de perros grandes pueden tardar más en desarrollar una coordinación completa. Para estas razas, puede tener sentido empezar el entrenamiento de natación un poco más tarde, de modo que tengan suficiente fuerza y coordinación para poder nadar.

 Cada cachorro es diferente. Algunos se vuelven locos por el agua desde el principio, mientras que otros necesitan más tiempo y estímulos para sentirse cómodos. Observa a tu cachorro y ve a su ritmo.

En cuanto tu cachorro esté vacunado y sano, puede empezar a aprender a nadar. Siempre es bueno empezar pronto, pero también es importante ser paciente, comprensivo y responder a las necesidades individuales de tu cachorro.

Guía en 6 pasos:

Perro con juguete

1) Habituación al agua

Todo empieza con pequeños pasos. Puedes empezar ofreciendo a tu perro un cuenco poco profundo o una piscina infantil para que juegue y chapotee. El sonido y la sensación del agua en las patas de tu perro pueden ayudar a reducir la ansiedad. Llénala poco al principio para que tu perro pueda saltar sin miedo. Aumenta lentamente la cantidad de agua para superar el miedo de tu perro a la profundidad. Deja que chapotee con las patas para que se acostumbre al agua.

2) Generar confianza en el gran agua

Busca un lugar tranquilo junto al lago o estanque. Para que tu perro se sienta seguro en el agua, debes acompañarle. Entra con él en el agua y anímale con tu presencia. Diviértanse juntos. Juega con él en el agua poco profunda para que tenga una experiencia positiva.

3) Diversión y juegos

Ahora entra en juego el juguete acuático. Lánzalo al agua desde una distancia corta y anima a tu perro a que lo coja. Utiliza juguetes acuáticos como pelotas flotantes o chirriadores como herramienta de motivación. Al principio, lánzalos en zonas muy poco profundas para que el perro no tenga que nadar. Aumenta gradualmente la distancia que recorre el juguete para animar a tu perro a adentrarse más en el agua.

4) Primeras brazadas de natación

Cuando tu perro se sienta cómodo en aguas poco profundas, llévalo lentamente a aguas más profundas. En cuanto ya no pueda mantenerse de pie, empezará a remar instintivamente. Sostén a tu perro. Dale flotabilidad extra sujetándole por la cadera mientras intenta sus primeros chapuzones.

5) Refuerzo positivo

Cada vez que tu perro progrese -ya sea adentrándose un poco más en el agua, sacando el juguete del agua por primera vez o nadando por primera vez- recompénsalo con golosinas y palabras de elogio. Repite los ejercicios con regularidad, pero ten cuidado de no exigir demasiado a tu perro.

6) Práctica regular

Como con cualquier habilidad nueva, la práctica es la clave. Asegúrate de que el perro no se sobrecargue y tenga suficientes descansos. Las sesiones de entrenamiento breves y regulares son más eficaces y menos estresantes para tu perro que las sesiones de entrenamiento largas. Los descansos son importantes: después de nadar, tu perro debe tener siempre tiempo suficiente para descansar.

El lugar ideal para el entrenamiento de natación

El entorno desempeña un papel importante a la hora de aprender a nadar. Los lagos o estanques tranquilos suelen tener orillas poco profundas y son ideales para los principiantes. Las orillas poco profundas de los ríos también pueden ser adecuadas, siempre que la corriente no sea demasiado fuerte.

También hay piscinas especiales para perros. Es importante evitar los lugares concurridos o ruidosos, ya que pueden sobrecargar fácilmente al perro.

¿Qué hay que tener en cuenta?

Siempre hay que tener en cuenta la calidad del agua. El agua contaminada puede provocar problemas de salud. La seguridad es lo primero, así que ten cuidado con peligros como corrientes fuertes u objetos punzantes en el agua.

Aunque los perros tengan su propio pelaje, deben protegerse del agua demasiado fría para evitar la hipotermia.

Nadar en aguas diferentes presenta retos y riesgos distintos. Es importante conocer las particularidades de cada masa de agua para garantizar la seguridad del perro. He aquí algunos ejemplos:

Aguas ¿Qué hay que tener en cuenta?
Bach Actual: Incluso en los arroyos pequeños, la corriente puede ser fuerte. Asegúrate de que tu perro no es arrastrado, sobre todo después de llover. Orillas rocosas: Los arroyos pueden tener orillas rocosas o resbaladizas que dificulten la entrada y salida de tu perro.
Consulta Aguas estancadas: En los meses cálidos pueden formarse algas en el agua estancada, algunas de las cuales pueden ser tóxicas. Averigua de antemano si se sabe que se producen floraciones de algas. Diferentes profundidades: Algunos lagos pueden volverse profundos de repente. Asegúrate de que tu perro no salta inmediatamente al agua profunda cuando te acostumbres a ella.
Ríos Actual: Los ríos suelen tener fuertes corrientes que pueden arrastrar fácilmente a un perro. Busca señales visibles, como olas o remolinos. Profundidad incierta: Al igual que los lagos, la profundidad de un río puede cambiar repentinamente. Acceso a la orilla: El acceso al río puede ser difícil o resbaladizo, sobre todo en las orillas empinadas.
Lugares de pesca Ganchos y cuerdas: En los lugares de pesca existe el riesgo de que se pierdan o abandonen anzuelos y sedales en el agua o en la orilla. Consideración para los pescadores: Los perros pueden ahuyentar a los peces. Mantén a tu perro alejado de los pescadores y ten en cuenta los lugares de pesca cerrados a los perros.
Mar Agua salada: El agua salada puede deshidratar al perro y no es buena para el estómago. Asegúrate de que no traga demasiada y dale siempre agua fresca para beber. Ondas: Las olas pueden ser intimidatorias o peligrosas para los perros, sobre todo para los nadadores inexpertos. Corrientes: Las mareas y las corrientes submarinas pueden ser muy fuertes. Incluso los nadadores experimentados pueden tener problemas. Animales marinos: Ten cuidado con las medusas o las conchas afiladas de la orilla, que pueden herir a tu perro.

Consejos generales para todas las aguas:

  • Vigila siempre a tu perro cuando nade.
  • Entra siempre tú primero en aguas nuevas para comprobar las condiciones.
  • Lleva a tu perro con correa hasta que estés seguro de que la zona es segura.
  • Después de cada baño, sea cual sea la masa de agua, el perro debe enjuagarse a fondo con agua limpia para eliminar cualquier contaminante, sal o pequeños organismos.

Si te informas sobre las condiciones específicas de cada masa de agua y te mantienes siempre en el lado seguro, puedes asegurarte de que el baño siga siendo seguro y agradable para ti y para tu perro.

Después de nadar - 8 trucos y consejos

Perro en la piscina

Cuando tu perro salga del agua, hay algunas cosas que debes hacer para garantizar su salud y seguridad y para que disfrute de la experiencia:

1. aclara bien

Agua fresca: Aclara bien a tu perro con agua limpia para eliminar cualquier impureza, sal, cloro o restos de algas. Esto es especialmente importante si ha estado nadando en el mar o en una piscina clorada.
Duchas: Si estás en una playa o lago donde haya duchas, utilízalas para enjuagar a tu perro.

2. Secado

  • Toalla: Frota bien a tu perro con una toalla para eliminar el exceso de agua. Esto también ayuda a reducir el riesgo de resfriado.
  • Orejas: El agua en los oídos puede causar infecciones. Seca suavemente los oídos de tu perro con un paño suave o una bola de algodón. Evita introducir objetos profundamente en el conducto auditivo.
  • Secador de pelo: Si tu perro lo permite, puedes utilizar un secador de pelo a baja potencia para secarlo más deprisa, sobre todo en el caso de los perros de pelaje espeso.

3. controlar

  • Patas: Revisa las patas de tu perro en busca de cortes o cuerpos extraños, sobre todo si ha caminado sobre superficies rocosas o ásperas.
  • Piel y pelo: Comprueba si tu perro tiene garrapatas, restos de medusas u otros cuerpos extraños.

4. agua potable

Asegúrate de que tu perro tiene acceso a agua potable fresca, sobre todo después de nadar en agua salada.

5. silencio

Deja que tu perro descanse y entre en calor, sobre todo si ha estado nadando en aguas frías.

6. vigilancia

Vigila los signos de malestar, vómitos o diarrea en las primeras horas tras el baño, sobre todo si tu perro ha estado bebiendo agua de fuentes desconocidas.

7. mantenimiento regular

Si tu perro nada a menudo, su pelaje puede necesitar cuidados adicionales para mantenerse sano. Puede ser necesario un baño regular con un champú suave.

8. visita al veterinario

Si tu perro tiene infecciones de oído, irritaciones cutáneas u otros problemas de salud después de nadar, debes consultar a un veterinario.
En general, la natación debe ser una experiencia positiva para tu perro. Los cuidados posteriores ayudarán a minimizar los riesgos para la salud y a mantener a tu perro en forma para futuros baños.

Qué hacer y qué no hacer:

Hazlo:

  • Mantén siempre la calma y la paciencia. Los perros perciben tu energía.
  • Vigila siempre a tu perro.
  • Un chaleco salvavidas es esencial para los nadadores inseguros.

No hacer:

  • Tirar a tu perro al agua es un acto absolutamente prohibido.
  • La coacción no tiene cabida en el aprendizaje de la natación.
  • No te excedas y dale a tu perro suficientes descansos.

Preguntas más frecuentes

Aunque muchos creen que todos los perros saben nadar instintivamente, algunas razas tienen dificultades. Los bulldogs, por ejemplo, suelen tener dificultades en el agua debido a la forma de su cuerpo.

La calidad va antes que la cantidad. Las sesiones cortas pero regulares son mejores que las sesiones largas y agotadoras.

La paciencia es la clave. Haz que el agua sea una experiencia positiva, ya sea con juguetes, golosinas o simplemente con tu presencia y ánimo.

Conclusión

Nadar no sólo es divertido y refrescante para los perros, también es una forma estupenda de hacer ejercicio. Con la técnica adecuada, paciencia y comprensión, casi cualquier perro puede descubrir el placer de nadar.

Con paciencia, empatía y refuerzo positivo, tu perro se sentirá cada vez más seguro en el agua con el tiempo. Y quién sabe, ¡quizá pronto se convierta en un auténtico profesional del agua!

Recuerda que es importante hacer el proceso sin presiones y con mucho amor. ¡Diviértete en el agua!

Foto de Verfasst von Claudia Weise
Escrito por Claudia Weise

Soy la redactora jefe de Hundeo y cuando se trata de perros, mi corazón late más deprisa. Mi objetivo es publicar las mejores guías caninas de la web. Hay mucha pasión en cada artículo y agradezco todos los comentarios para mejorar constantemente nuestro contenido.

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