Boyero de las Ardenas
Ser:
El Boyero de las Ardenas es un robusto amigo de cuatro patas. Criado originalmente para pastorear ganado mayor, aún hoy se caracteriza por su gran adaptabilidad y versatilidad. Los amantes de los perros lo aprecian como un perro curioso, juguetón, ágil y sociable. Un Boyero de las Ardenas se siente a gusto cuando su dueño también está contento.
Carácter y características
La raza pertenece a los perros de pastoreo y conducción y tiene una constitución fuerte. Los Boyeros de las Ardenas son de tamaño mediano, fornidos y con una estructura ósea pesada. Se caracterizan por su cabeza grande, sus orejas largas y puntiagudas y su cola rechoncha. El perro está clasificado en el Grupo 1 de la FCI.
El pelaje del Boyero de las Ardenas es áspero y despeinado, y tiene una barbilla y un bigote característicos en la cara. Se cría en Alemania desde hace pocos años. Por eso sigue siendo una de las razas caninas menos conocidas en este país. Sin embargo, tiene mucho que ofrecer a los amantes de los perros. Cualquiera que le encomiende una tarea puede esperar tener un compañero leal y un verdadero amigo. Ya sea agility, recuperación o rastreo, lo domina todo con nota.
Al Boyero de las Ardenas siempre le entusiasma hacer feliz a su dueño. Como tiene un marcado instinto protector y de pastoreo, es ideal como perro de casa y de patio. Gracias a su espeso pelaje, apenas le molestan las bajas temperaturas. En invierno, su subpelo, ya de por sí denso, se vuelve aún más espeso. Esto significa que el Bouvier des Ardennes siempre está bien protegido, incluso en condiciones climáticas adversas. El Boyero de las Ardenas es dócil y se integra bien en todas partes, por lo que es especialmente adecuado como perro de familia.
Cuidado del abrigo:
El pelo:
Nivel de energía:
Entrenabilidad:
Adecuado para niños:
La dieta adecuada
El Boyero de las Ardenas es conocido por su apetito. Come con entusiasmo todo lo que le pongas delante. Como también tiene muchas ganas de moverse, no tiende a volverse obeso si se le mantiene suficientemente ocupado.
No obstante, debes garantizar una dieta equilibrada y darle golosinas sólo con moderación. Cuando elijas la comida, asegúrate de que contiene ingredientes equilibrados y de alta calidad.
Sigue las recomendaciones del fabricante en cuanto a la cantidad de alimento.
Salud y cuidados
El cuidado de un Boyero de las Ardenas es sencillo. Lo más importante es cepillar el pelaje una vez al mes y comprobar que no haya anomalías en ojos, patas y orejas.
La raza es propensa a las cataratas y a la displasia de cadera, por lo que son necesarias revisiones periódicas en el veterinario.
Debido a su tamaño y atletismo, el Boyero de las Ardenas necesita mucho ejercicio. Por tanto, no es adecuado como perro de piso. Es mejor ofrecerle una casa con jardín.
Es un caballo de batalla en el verdadero sentido de la palabra y es feliz si le das mucho ejercicio y actividades variadas. Entonces es equilibrado y también muestra su lado armonioso y mimoso en casa. El Boyero de las Ardenas no es sólo un perro de pastoreo, sino también de caza y tiene el instinto correspondiente. Por eso es aconsejable llevarlo con correa cuando paseen juntos por el bosque.
Accesorios adecuados
El Boyero de las Ardenas es un perro juguetón. Por eso puedes divertirle mucho con pelotas y objetos de cobro. Un simple palo puede bastar para recuperar, pero las ayudas especiales para el adiestramiento, como las cuerdas de lanzar y similares, añaden variedad al juego.
Como el perro peludo es un buen rastreador, hay muchas formas de desafiarle con dianas, conos marcadores o unas cuantas golosinas escondidas.
También son importantes una buena correa y un collar o arnés. También se recomienda una correa de arrastre para los perros jóvenes que aún tienen que acostumbrarse a trabajar con correa.
También son necesarios un comedero y un bebedero, así como una cesta o esterilla para perros, un cepillo y un peine para acicalarlos.
Origen e historia
Como su nombre indica, la raza es originaria de las Ardenas francesas y belgas. Allí se utilizaba mucho como perro de granja y pastoreo en el siglo XVIII y principios del XIX. Su tarea consistía en reunir ovejas y ganado y vigilar la propiedad.
En aquella época, las condiciones de vida eran duras y la gente pobre. Por eso, se necesitaban perros robustos y resistentes, sobre todo para el trabajo de apoyo en el hogar. Los perros eran perfectos para esto. Los granjeros criaron al Boyero de las Ardenas durante muchos años para convertirlo en un trabajador robusto, ágil y adaptable.
Con la industrialización, disminuyó la necesidad de perros de trabajo adecuados. La raza cayó en el olvido durante mucho tiempo. Hasta 1983 no fue redescubierta por casualidad y reconstruida. En la década de 1990, se volvió a prestar más atención a las líneas de cría de las Ardenas. En 1996, la raza fue reconocida oficialmente por la FCI con el estándar nº 171. La disposición al rendimiento, la docilidad y el carácter amistoso y orientado a las personas de los animales han hecho que el Boyero de las Ardenas sea cada vez más popular.
