Gran Boyero Suizo

Ser:

Vigilante, Fiel, Cariñosa
Talla: Grande
Altura: 60-72 cm
Peso: 35-50 kg
Esperanza de vida: 11 años
Tipo de abrigo: Pelo Corto
Colores: Negro con manchas marrón rojizo
Grupo FCI: Pinscher - Schnauzer - Molosoide - Perros boyeros y de montaña suizos

En general, se considera que el Gran Boyero Suizo es un perro de buen carácter, muy apegado a la casa y al patio, que disfruta en buena compañía. Su comportamiento protector hacia su dueño es muy pronunciado. Su naturaleza afectuosa lo convierte en una mascota especialmente popular. Encaja bien en una familia con casa y jardín grande.

Gran Boyero Suizo
Tablero 26

Carácter y características

El Gran Boyero Suizo es, como su nombre indica, una raza canina de origen suizo. Sus orígenes se remontan a los Alpes suizos, donde antiguamente se utilizaba como ayudante polivalente de los granjeros en las montañas. El Gran Boyero Suizo está reconocido por la Federación Cinológica Internacional (en adelante, FCI) y clasificado en el Grupo 2.

El Gran Boyero Suizo es el mayor de los perros de montaña. Siempre ha sido conocido por los propietarios como un perro de compañía leal con las habilidades de un perro de trabajo. También se utiliza a menudo como perro guardián de la casa y el patio.

El Gran Boyero Suizo es, en general, un perro grande, robusto y musculoso. La altura a la cruz de los machos es de 65 a 72 centímetros, la de las hembras de 60 a 68 centímetros. Su peso oscila entre 35 y 50 kilogramos.

A pesar de su impresionante tamaño y peso, el Gran Boyero Suizo es muy maniobrable. Demuestra su gran resistencia una y otra vez en largos paseos.

Su naturaleza es tranquila, segura de sí misma y muy autoritaria. Sin embargo, el Gran Boyero Suizo siempre es amistoso y está abierto a lo nuevo. Siempre muestra un lado muy sociable cuando interactúa con niños. Esto le convierte en un excelente compañero de juegos.

El Gran Boyero Suizo también es ladrador. Intenta vigilar la casa. Sus ladridos suelen tener un motivo. En caso de emergencia, defiende la casa y el patio sin miedo. Suele desconfiar de los extraños. El Gran Boyero Suizo también puede mostrar su lado testarudo. Sin embargo, esto no le resta encanto. Al contrario, acentúa su carácter.

Su pelaje es de corto a medio. La capa interna es suave y sedosa. Este pelaje también se conoce como pelaje de cepa. La coloración del pelaje es tricolor. El color base es el negro. También existen los colores blanco y marrón rojizo. El color blanco se encuentra principalmente en el hocico, las patas, el pecho y la punta de la cola. El color marrón rojizo también se denomina branding en la literatura especializada.

Una característica típica de esta raza son los llamados "ojos dobles". Estos ojos dobles se deben a las manchas de color marrón rojizo situadas sobre los ojos.

El Gran Boyero Suizo tiene orejas triangulares de tamaño mediano. En reposo, las orejas cuelgan planas sobre la cabeza. Cuando el animal se pone alerta, las orejas se vuelven hacia delante. El pecho del perro cuelga bajo y parece ancho; la cola cuelga hacia abajo cuando está relajado.

Cuidado del abrigo:

Pequeño
Medio
Intensivo

El pelo:

Pequeño
Medio
Intensivo

Nivel de energía:

Pequeño
Medio
Mucho

Entrenabilidad:

Pequeño
Medio
Bien

Adecuado para niños:

Menos
Con supervisión
Perfecto

La dieta adecuada

Al elegir la comida, asegúrate de que contiene ingredientes de alta calidad, es equilibrada y satisface las necesidades de tu perro. La edad, el tamaño o el peso, la actividad y el estado de salud desempeñan aquí un papel importante. Debes seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a la cantidad de comida.

Las golosinas sólo deben darse con moderación y deducirse de la dieta básica para evitar la obesidad.

Los cachorros pueden alimentarse de 4 a 6 veces al día. El número de comidas debe reducirse gradualmente a 2 al día hasta que el perro haya crecido completamente.
Debe haber agua potable fresca disponible en todo momento.

Como es habitual en las razas de perro muy grandes, el Gran Boyero Suizo también puede sufrir torsión de estómago. Por eso es importante no dejar que el perro coma demasiado deprisa y darle suficiente descanso después de comer. Algunos propietarios y criadores recomiendan dar al Gran Boyero Suizo un cuenco elevado debido a su tamaño.

Salud y cuidados

En general, el Gran Boyero Suizo es muy fácil de cuidar. Su pelaje de pelo corto, que absorbe muy poca suciedad, no requiere ningún cuidado especial. El pelo corto también se enreda menos. Por tanto, requiere menos aseo que muchas otras razas de perros. Por tanto, basta con peinarlo de vez en cuando, una o dos veces por semana.

Si el Gran Boyero Suizo llega a casa muy sucio después de un paseo, puede ducharse sin problemas. El champú para perros debe evitarse o utilizarse sólo en pequeñas cantidades.

Los dientes y la boca deben cepillarse al menos dos o tres veces por semana. Debe comprobarse si la boca está inflamada al menos una vez a la semana. La decoloración de las encías debe ser comprobada por un veterinario.

Las garras deben recortarse con regularidad. Las orejas también deben limpiarse una o dos veces con un limpiador auricular de pH neutro. Al limpiar con un disco de algodón suave, asegúrate de que no entre nada en el conducto auditivo. Un olor desagradable del oído o enrojecimiento pueden indicar una infección.

El Gran Boyero Suizo es, en general, muy robusto. Por tanto, las enfermedades generales son bastante raras. Para el bienestar general -y físico- del perro, es beneficioso darle una tarea diaria.

Accesorios adecuados

El Gran Boyero Suizo es un amigo leal. No hace falta mucho para que se interese por algo. Su naturaleza juguetona hace que le guste que le presten a hacer trucos divertidos, incluso sin una golosina.

Lo que también entra en la categoría de "accesorios" en el caso del Gran Boyero Suizo es, como su nombre indica, su necesidad de mucho espacio. Por tanto, su tenencia en la ciudad sólo es recomendable hasta cierto punto. Por tanto, lo ideal es un gran jardín.

El perro es muy aventurero y le encantan los paseos largos y extensos. Una correa y un collar, así como un bozal, son accesorios suficientes.

Otros accesorios que forman parte del equipamiento básico de todo perro: cesta o esterilla para perros como lugar de retiro, cuenco para agua y comida, pinzas para garrapatas, cortaúñas, champú suave para perros, cepillo y peine, cepillo de dientes y pasta dentífrica para perros, caja de transporte para llevar en el coche y un botiquín de primeros auxilios. Pregunta a tu veterinario qué debe contener el botiquín.

Historia del Gran Perro Suizo de Montaña Foto

Origen e historia

El Gran Boyero Suizo es una raza de perro que siempre han utilizado los granjeros de Suiza. Además de sus cualidades como perro guardián, siempre se ha utilizado para vigilar y conducir rebaños de vacas y ovejas.

Sin embargo, el Gran Boyero Suizo es más conocido por sus antepasados. Los miembros más grandes de la especie solían ir enganchados a carros. Así es como el popular queso suizo se transportaba de forma independiente desde el alp hasta el siguiente pueblo y viceversa.

Los Gran Boyeros Suizo solían pertenecer a una sola familia canina. En 1908, el suizo Albert Heim descubrió al Gran Boyero Suizo, como se le llamó más tarde, en una exposición canina. Heim definió el pelaje corto y tricolor como característico. También fue él quien dio nombre a esta raza canina.

Hace unos 100 años, la raza de perro de montaña se dividió en cuatro subgrupos. Según su tamaño, son el Entlebucher, el Appenzeller, el Bernés y el Gran Boyero Suizo. El Gran Boyero Suizo siempre ha gozado de gran popularidad debido a su carácter. Esto ha fomentado cada vez más la creación de clubes separados.

El "Club del Gran Boyero Suizo" se fundó en 1912. Además del Gran Boyero Suizo, también están representadas las otras tres razas de perros de montaña. En los últimos años, el número de Gran Boyero Suizo ha disminuido, lo que se debe al exceso de cría de los últimos años.

Es interesante y digno de mención que, según los hallazgos arqueológicos, los perros ya vivían en lo que hoy es Suiza en el año 4000 a.C. Desde el primer milenio a.C., los perros ya tenían el tamaño de un Gran Boyero Suizo.