Spitz alemán

Ser:

Atento, Vivaz, Devoto
Talla: Pequeño
Altura: 30-46 cm
Peso: 7-18 kg
Esperanza de vida: 13-15 años
Tipo de abrigo: Pelo largo
Colores: Negro, Marrón, Blanco, Naranja, Gris Nubes
Grupo FCI: Spitz - perros de tipo primitivo

El Spitz alemán es un popular perro guardián y de compañía. La raza es adecuada tanto para familias con niños como para solteros y ancianos. Gracias a su desconfianza hacia los extraños, el Spitz también obtiene buenas puntuaciones como perro guardián.

Spitz alemán
Tablero 26

Carácter y características

Durante mucho tiempo se consideró al Spitz alemán descendiente del perro de campo de la Edad de Piedra. Es una de las razas caninas más antiguas de Europa Central. La raza está reconocida por la FCI y está clasificada en el Grupo 5 de la FCI (Spitz y perros de tipo primitivo).

El pelaje del Spitz alemán se caracteriza por una capa externa larga y lisa y una capa interna que parece algodón. Los colores del Spitz son el negro, el marrón, el blanco, el naranja y el gris nublado. Otros colores son bastante comunes y no infrecuentes.

Estos perros de raza, atentos y vivaces, son muy cariñosos. Debido a su falta de instinto de caza y a su desconfianza hacia los extraños, el Spitz Alemán es muy adecuado como perro casero y de granja.

El Spitz alemán es especialmente popular por su comportamiento dócil. Con sus ganas de aprender y su inteligencia, el Spitz se integra fácilmente en la familia. El Spitz alemán es un compañero diario ideal para solteros y personas mayores. Como no son ni miedosos ni agresivos, pueden mantenerse sin problemas tanto en entornos rurales como urbanos.

A primera vista, el Spitz alemán impresiona por su aspecto descarado. Los ojos vivaces y la cabeza en forma de zorro ya indican que los animales de esta raza son muy curiosos y vivaces. En consecuencia, los animales aprenden con rapidez. Se adaptan con gusto a las circunstancias por voluntad propia. Su objetivo es complacer a "su humano". Esto hace que el manejo del Spitz alemán sea muy agradable.

Al adiestrar al Spitz alemán, es muy importante ofrecerle constantemente nuevos aportes. El animal aprende cosas básicas muy rápidamente. Por eso es fácil enseñarle pequeños trucos.

Como perro de casa y de patio, el Spitz se caracteriza naturalmente por su estado de alerta y su desconfianza hacia los extraños. También es muy adecuado como perro guardián, ya que se le considera muy robusto e insensible a las inclemencias del tiempo. Aunque el Spitz no tiene miedo, es pacífico y el comportamiento agresivo le es ajeno.

El ejercicio suficiente y la actividad dirigida son componentes importantes para mantener a un Spitz. Si el Spitz está mentalizado, florece y es muy equilibrado. La raza puede mantenerse en interiores sin problemas. Sin embargo, los paseos variados deben estar a la orden del día. También se recomienda la agilidad con el Spitz.

Lo ideal para el Spitz es que pueda acompañar a "su" humano. Si esto no siempre es posible, no hay problema. El Spitz puede soportar periodos cortos de tiempo solo en casa sin estrés. Los solteros y las personas mayores deberían acostumbrar pronto a su Spitz a otros cuidadores. Esto puede ser muy importante en caso de enfermedad o cuando se viaja.

Cuidado del abrigo:

Pequeño
Medio
Intensivo

El pelo:

Pequeño
Medio
Intensivo

Nivel de energía:

Pequeño
Medio
Mucho

Entrenabilidad:

Pequeño
Medio
Bien

Adecuado para niños:

Menos
Con supervisión
Perfecto

La dieta adecuada

Al elegir la comida, asegúrate de que contiene ingredientes de alta calidad, es equilibrada y satisface las necesidades de tu perro. La edad, el tamaño o el peso, la actividad y el estado de salud desempeñan aquí un papel importante. Debes seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a la cantidad de comida.

Las golosinas sólo deben darse con moderación y deducirse de la dieta básica para evitar la obesidad.

Los cachorros pueden alimentarse de 4 a 6 veces al día. El número de comidas debe reducirse gradualmente a 2 al día hasta que el perro haya crecido completamente.

El problema del Spitz alemán es que es muy astuto. Por tanto, hay que tener cuidado de que no pueda acceder libremente a la comida.

También es un reto para todos los propietarios de Spitz no dar al Spitz alemán nada de la mesa. Si el dueño no es consecuente, el perro aprende rápidamente a mendigar. Tampoco es raro que el Spitz intente conseguir su comida haciendo travesuras. Por el bien de la salud de tu perro, asegúrate de que no reciba sobras.

Salud y cuidados

El Spitz alemán también es poco exigente en cuanto al aseo. Por supuesto, es importante cepillar regularmente el pelaje. Tiene sentido utilizar un Fulminator durante el periodo de muda. Esto facilita la eliminación del subpelo. Esto es agradable para el animal y también garantiza que se esparza menos pelo por la casa y la ropa.

El pelaje esponjoso de esta raza repele la suciedad y el Spitz es muy limpio y se limpia mucho a sí mismo. Por eso suele bastar con cepillarlo.

Por supuesto, también debes revisar regularmente los ojos y los oídos. Puedes retirar con cuidado la suciedad que se haya acumulado. En verano, también hay que buscar garrapatas. Cuando el vivaz Spitz deambula por la hierba alta, el riesgo de picadura de garrapata es bastante alto. Como su pelaje esponjoso dificulta su localización, debes buscar activamente las garrapatas. Al Spitz le suele gustar que le toquen.

Gracias a su robusta salud, las necesidades de cuidados posteriores son limitadas. Las desparasitaciones y vacunaciones habituales suelen bastar para mantener al Spitz en forma hasta la vejez. Sin embargo, quien esté interesado en un Spitz debe saber que estos animales suelen alcanzar una edad de 15 años o más. Con el aumento de la edad, la cantidad de cuidados necesarios puede, por supuesto, aumentar un poco.

Accesorios adecuados

Como contemporáneo juguetón, el Spitz Alemán necesita naturalmente un buen arnés y una correa adecuada. Es importante que el arnés le quede bien.

Los juguetes para perros pequeños son ideales para mantener ocupado a tu Spitz. Básicamente, se pueden incorporar al programa de adiestramiento pelotas pequeñas, ramas y objetos similares.

No tienes que preocuparte por el frío con el Spitz. Su pelaje esponjoso y su subpelo algodonoso lo mantienen caliente en invierno. Sin embargo, una colchoneta refrescante puede ser un refresco bienvenido en el caluroso verano.

Otros accesorios que necesita tu Spitz alemán son una cesta para dormir o una colchoneta como lugar de retiro, un cuenco para la comida y el agua, pinzas para garrapatas, cortaúñas, cepillo y peine, caja de transporte para viajar en coche.

Pomerania Spitz

Origen e historia

Aún no se han establecido claramente los orígenes del Spitz alemán. Se supone que el Spitz desciende del perro de campo prehistórico. Sin embargo, esto aún no se ha demostrado.

Sin embargo, hay pruebas claras de que el Spitz estaba muy extendido en la Edad Media. Se criaron animales de esta raza por toda Europa y se extendieron hasta Asia. Hasta bien entrado el siglo XIX, el Spitz fue una de las razas caninas más populares, entre otras cosas por su lealtad. El Spitz se utilizaba sobre todo como perro casero y de granja para vigilar la propiedad.

Este perro pequeño y maniobrable fue criado desde el principio como perro de familia y de guardia. Durante la cría, se tuvo cuidado de reforzar los rasgos de carácter positivos. El resultado fue el carácter Spitz que se considera típico hoy en día.

Con la creciente industrialización, la difusión del Spitz disminuyó considerablemente en el siglo XIX. Cada vez más gente se trasladaba a las ciudades y ya no necesitaba un perro de compañía o de granja. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Spitz recobró popularidad, ya que se le consideraba muy robusto y frugal.

El lobo spitz era muy popular entre los reyes ingleses, entre otros. Entre otros, estos animales se criaron en la corte de Jorge III y Jorge IV. Otras personalidades históricamente importantes también eran aficionadas al Spitz. Entre los amantes de la raza estaban: el pastor Sebastian Kneipp, Martín Lutero y Amadeus Mozart.

El Spitz llegó incluso a la literatura a través de Wilhelm Busch, donde desempeña un papel importante en las historias de Max y Moritz.